Wednesday, May 17, 2006

On the day of the Great Rallies

Cualquier persona — y cada inmigrante de Mexico o de los otros países del sur — debe ver si el gobernar de su hogar en su país de origen no se puede comparar con Los Estados Unidos. Su propia cultura no le sostendrá si su alcalde, consejo de ciudad, y policía son ladrones, gamberros, y asesinos. Como resultado de muchos factores - en especial la avaricia que motivó la conquista española original - el legado de la regla española entorpece grandemente la maduración del gobierno indígena. Por supuesto hay dificultades y problemas con la cultura norteamericana, pero el sistema de leyes protege las derechas de los ciudadanos bien. En otros lugares, la ley sucumbe al capricho humano y bandolerismo.

En otros partes del mundo, el soborno es la norma. Aquí es aberración, no la práctica común i obligatorio como el baksheesh de que hemos oído en el mundo árabe o el Imperio Otomano. La gran ironía de la discusión sobre la definición de la ciudadanía con respecto a inmigrantes es que nadie dondequiera desafía la derecha de cualquier otro país de proteger y de asegurar sus fronteras. Solamente Los Estados Unidos.

Si debemos ser justos a todos, ¿cómo es justo para requerir a un inmigrante filipino seguir las reglas que no serán aplicadas a un inmigrante de Tegucigalpa, o a un inmigrante de Ciudad Juarez? ¿Cómo puede cualquier persona demandar que un mexicano tiene una derecha de moverse sin la restricción en los Estados Unidos, pero que un ciudadano de ninguna otra nación no tiene la misma derecha?

Después, ¿cómo podemos entonces decir que un ciudadano de la Irán, o del Paquistán, o del Sudán no tiene la misma derecha de entrar en los Estados Unidos sin ninguna restricción? ¿Cuales derechas especiales tienen los residentes de México que los residentes de otras partes del mundo también no tienen? ¿Por qué debe cualquier país tener la derecha de restringir cualquier persona de entrar libremente?

Mientras que William Jefferson Clinton era Presidente, él decidió en repatriación forzada para los refugiados de Haití encontrado en el mar muy lejos de los Estados Unidos. En aquel tiempo nadie desafía que él tenía autoridad de hacer tantas acciónes. Ahora nos parece partidista y sesgado para decir que el presidente subsecuente no tiene idénticamente la misma autoridad para deportar alguien que se pase ilegalmente a través de nuestras fronteras. O quien intenta pasarse así.

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